Datos del municipio
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Superficie:
61,58 km.2
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Población:
24.319 hab.
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Longitud
del litoral: 20,40 km.
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Altitud
capital municipio: 124 mts.
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Altitud
máxima: 1.771 mts.
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La
antigua Agáldar fue capital de Gran Canaria por iniciativa
de Andamana y Gumidafe, primeros monarcas de la isla, que
la eligieron como su corte. En Gáldar residieron todos los
reyes o guanartemes (Artemi, Tagoter, Soront, Guayasen,
Tenesor) hasta la Conquista (1483) y era el lugar de reunión
del "Gran Sábor" de los doce guaires. Muchas crónicas confirman esta
circunstancia, afirmando José de Sosa que “la mejor población
que hubo en esta afortunada isla Gran Canaria fue la villa
de Gáldar, en donde habría mejores edificios por ser la cabeza
del Partido de la isla y corte del Rey Guanarteme”, mientras
Viera y Clavijo la denomina “metrópoli de la isla”.
El último rey de Gáldar, Tenesor
Semidán, más conocido por Fernando Guanarteme, tuvo un papel
importante en la integración de la isla, consiguiendo que
se firmara con los Reyes Católicos la “Carta de Calatayud”,
documento que reconoce la libertad para los canarios.
Con
la Conquista, se convierte en la Villa de Santiago de los
Caballeros de Gáldar, ya que con anterioridad a ésta había
sido puesta bajo el patronazgo del apóstol. El primer templo
del santo fue la “casa canaria” donde se enterraron Miguel
de Muxica y los vizcainos que cayeron en la Batalla de Ajódar
(en el Sur de la isla), recinto donde, según la tradición,
dijo la primera misa don Juan de Frías, obispo que convirtió
a la ciudad en sede provisional de su diócesis.
El cabildo llegó a denominarse
“Concejo de Telde, Gáldar y Real de Las Palmas”, respondiendo
a la nueva realidad administrativa de Gran Canaria tras la
Conquista, con la recién fundada capital y las dos cabeceras
prehispánicas, donde se ubicarán las administraciones del
Norte y del Sur (parroquia, alcaldía y vara de justicia,
escribanía, hospital, distrito de repartimiento, convento),
completando el gobierno y servicios de la isla que, desde
la incorporación, se centraron en Las Palmas. La Real Audiencia
de Canarias ha residido temporalmente en Gáldar en dos ocasiones,
en 1560 y en 1812. El primer escribano de la entonces villa
y su término, en 1488, fue Hernando de Écija, mientras Pedro
de Jaén es el primer alcalde conocido. El hospital se denominó
de San Pedro Mártir y el convento franciscano de San Antonio
de Padua se fundó en 1520, con importantes estudios de filosofía
y teología. También su parroquia o beneficio es matriz de
la isla, junto con los de Las Palmas y Telde, y del mismo
se segregaron las demarcaciones de Agaete (1515), Santa María
de Guía (1533) y Artenara (1782). En el primer tercio del
siglo XVI ya estaban también levantadas las ermitas de Santa
Lucía, San Sebastián, San Antonio Abad y Ntra. Sra. de la
Vega o La Encarnación.
El siglo XVII mantiene aún
muchos aspectos de la cultura prehispánica y la permanencia
de la población canaria, rasgos que diferenciaba a Gáldar
de otros núcleos de la isla, fundados después de la Conquista.
Así, el obispo Cámara y Murga (1629), dice: “este lugar viven
muchos en cuevas, adonde moraban los canarios”. Este siglo
aporta las ermitas de San José de Anzofé, San Marcos o de
las Maravillas, San Isidro Labrador (ambas fundadas por el
canónigo Verde de Aguilar y Trejo) y San José del Caidero
(fundada por el capitán José de Medina). En el siglo XVIII
se aprecia un incremento de la población en los Altos de Gáldar
y se segrega Artenara. Uno de los acontecimientos más destacados
es la desaparición del “Palacio del Guanarteme” y la transformación
que se produce en el centro de Gáldar en el último tercio
del siglo con la construcción del nuevo templo de Santiago
de los Caballeros.
En el siglo XIX (1812), Gáldar
acoge de nuevo a la Real Audiencia de Canarias y, en 1821,
se crea el Partido Judicial de Gáldar, con demarcación en
la mitad occidental de la isla. Esta institución fue motivo
de disputa y en agosto de 1843 es trasladada por la fuerza
a Guía. En otros ámbitos, en 1847 se funda la Sociedad de
Fomento, Instrucción y Recreo con el Teatro, el segundo más
antiguo de la isla, y en materia cultural destaca el descubrimiento
de la Cueva Pintada en 1873. Una Real Orden de 16 de noviembre
de 1859 eleva la Alcaldía de Mar a Ayudantía de Marina, con
jurisdicción desde Arucas hasta Mogán, a lo que se une la
declaración de interés general a favor del Puerto de Sardina,
en 1895. La importancia y recuperación de Gáldar que se opera
a lo largo del siglo se ve reconocida con la concesión del
título de ciudad en 1894.
Durante el siglo XX el desarrollo
de Gáldar ha consolidado al municipio como uno de los más
importantes y activos de la isla. Tras la cochinilla del siglo
anterior, el plátano y, en menor medida, el tomate se han
convertido en los productos más importantes de la centuria
y que han caracterizado su paisaje en la zona baja o costera,
donde se emplaza la ciudad. Esta parte del territorio está
presidida por la Montaña de Gáldar, la Montaña de Amagro y
el Barranco de Gáldar, mientras las recortadas costas recogen
las playas de Caleta de Abajo y Arriba, El Agujero, Bocabarranco,
Sardina y El Juncal. La superficie está dedicada a la agricultura
en su mayoría, destacando los cultivos de plataneras, siendo
el municipio de mayor producción de la provincia, los cuales
ocupan la Vega Mayor y los llanos de Gáldar y Sardina. Otro
producto significativo son las cebollas (en la zona de Las
Rosas y Piso Firme). El tomate, la piña tropical, flores,
etc., en cultivos de invernadero, completan estos productos
que se destinan a la exportación. Mientras, el paisaje de
la agricultura y la ganadería más tradicional, con ganado
ovino y caprino, predomina en la zona de medianías y cumbre,
donde los caseríos son pequeñas agrupaciones de casas, muchas
de ellas excavadas en la roca. El comercio y los servicios
es otra actividad importante que ha consolidado el siglo XX.
Uno de los aspectos más interesantes
de Gáldar es su patrimonio prehispánico, siendo la única ciudad
canaria que en su centro urbano conserva parte de su estructura
antigua. Visita obligada es la del Parque Arqueológico de
la Cueva Pintada (a pocos metros de la Plaza de Santiago),
donde no sólo se conserva la más notable manifestación del
arte rupestre de Canarias, sino también una treintena
de construcciones con distintas técnicas constructivas, localizadas
en los trabajos arqueológicos en los que han aparecido miles
de piezas (vasijas, pintaderas, ídolos, monedas medievales
europeas, material lítico, restos de animales, semillas).
El Museo Arqueológico anexo expondrá todas estas colecciones,
con salas didácticas donde, con los medios audiovisuales más
innovadores, se explicará el pasado insular. En las inmediaciones
de la ciudad se encuentran otros conjuntos, como los de cuevas
de Barrio Hospital y Facaracas. A poco más de un kilómetro,
en la playa del mismo nombre, se localiza el yacimiento de
El Agujero, con distintas viviendas y enterramientos, destacando
el célebre “Túmulo Real de la Guancha”, el más complejo de
los de su tipo y que es la zona arqueológica que primero se
declaró monumentalmente en toda Canarias, en 1949. Otras construcciones
prehispánicas son la Cueva de la Furnia, Mugaretes del Clavo
y el yacimiento de Botija, cerrados al público, y a los que
se llega por la carretera del Puerto de Sardina.
En
el mismo centro de la ciudad se localiza el conjunto histórico,
el cual integra la Plaza de Santiago y una serie de monumentos
que se levantan en su entorno, zona donde estuvo el que fuera
Palacio del Guanarteme.El edificio más destacado es el templo
de Santiago de los Caballeros, construido a partir de 1778,
con planos de los arquitectos Hermanos Eduardo. Primer edificio
del neoclasicismo en Canarias y uno de los de mayor monumentalidad
del archipiélago, sobresale por su fachada en cantería dorada
de Gáldar y su amplia espacialidad interior, con tres naves
y quince capillas, bajo bóvedas y airosa cúpula. En el templo
y, especialmente, en el Museo de Arte Sacro Santiago de los
Caballeros (entrada por la calle Fernando Guanarteme), se
guardan importantes piezas, como la “Pila Verde” (siglo XV,
donde se bautizaron los primeros canarios), el “Niño de los
Reyes” (regalo de los Reyes Católicos al Guanarteme), esculturas
de las escuelas sevillana, cubana y canaria, de Luján Pérez
(imágenes de La Purísima Concepción, La encarnación. Nuestra
Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Rosario), de Borges
Linares, pinturas (la Virgen del Pino del Capitán Quesada,
la Trinidad del Canónigo Aguilar, la Aparición de Santiago,
Santa Catalina, Apostolado) custodia rococó del Corpus (Damián
de Castro, siglo XVIII), platería mexicana, ornamentos, Pendón
de Frías, órgano romántico alemán, sagrario americano, etc.
La Plaza de Santiago es de los
rincones más bellos de Canarias, con sus características cuatro
araucarias y laureles de Indias que crecen en los paseos que
rodean la fuente romántica. Entre las actividades que se desarrollan
en la misma destaca el mercadillo de los jueves, que antiguamente
se celebraba en la Plaza de los Guanartemes. En un lado de
la Plaza de Santiago se levantan las Casas Consistoriales,
de estilo neoclásico, donde se custodian el Pendón de la Ciudad,
la colección municipal de piezas prehispánicas (muy intersantes
son la serie de “idolillos” y pintaderas) y la imagen de la
Virgen de la Vega. En el patio crece el centenario drago (1718),
de los más viejos de la provincia. Junto al Ayuntamiento
se levanta el Teatro Municipal, uno de los más antiguos de
su género en Canarias, construido en 1912. Otro rincón pintoresco
es la Placeta de Santa Lucía, situada en el solar que ocupó
esta ermita, presidida por una antigua cruz. Frente está el
Casino, fundado en 1847 y que hoy ocupa un elegante edificio
de las primeras décadas del siglo XX. Muy cercano se encuentra
el Museo Antonio Padrón (calle Drago, 2), ubicado en el edificio
regionalista que fue estudio del pintor, donde se exhibe una
muestra permanente de la obra de este pintor indigenista galdense,
que se inspira en el período prehispánico y la cultura popular.
Entre los cuadros expuestos destacan las series “Canarias
mágica”, “La lluvia”, “La infancia”, así como “La Piedad”,
que quedó inacabada por la repentina muerte del pintor. Otro
monumento es la ermita de San Sebastián (siglo XVI), con la
imagen del santo mártir, obra de Luján Pérez. En ella predicó
San Antonio María Claret. En cuanto a la arquitectura doméstica
tradicional destacan la Casa Verde de Aguilar y la Casa del
Capitán Quesada (siglo XVIII), ambas declaradas bienes de
interés cultural, pudiéndose visitar la primera, que es la
sede de la Escuela de la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria en Gáldar, con un típico patio canario.
Cercana a la de Santiago, está
la Plaza de los Faicanes, presidida por una gran pintadera
de bronce, símbolo de la canariedad. Junto a ella se encuentra
el edificio de la Heredad de Aguas, donde está instalada la
Oficina Municipal de Información. Como ciudad histórica viva,
junto a la innegable importancia de su pasado, es uno de
los más destacados centros comerciales y de servicios de la
isla. En distintos rincones aparecen estatuas y monumentos
conmemorativos que recuerdan la historia y las tradiciones,
como las dedicadas a las Guayarminas, Tenesor Semidán (delante
de la Heredad de Aguas), la Pescadora y el Labrador (en el
pórtico de la Recova o mercado) o la Lucha Canaria (en la
calle Guaires), todas del escultor galdense Borges Linares.
A un paseo del centro se halla el Parque Huertas del Rey,
apropiado para descansar o comer. A unos seis kilómetros,
saliendo por el Puente de los Tres Ojos, interesante obra
de ingeniería civil del siglo XIX, está el Puerto de Sardina,
en cuyas aguas fondeó en agosto de 1492 una de caravelas colombinas
en la ruta hacia América, hecho histórico que se recuerda
con un monolito. Hoy es un núcleo pesquero y de veraneo, conservando
algunos de sus antiguos muelles.
En cuanto a la artesanía destacan
el cuchillo canario, instrumentos musicales (son famosos,
en especial, los timples), cestería, etc., existiendo además
un taller de calados en el centro histórico de la ciudad,
por limitarnos a las actividades en la zona baja. Sin embargo,
el recorrido por el municipio se completa con la zona alta,
comunicada por la carretera que parte desde la ermita de San
Isidro el Viejo (primera fundación en el siglo XVII). Cerca
de este punto de partida se encuentra “Reptilandia”, con su
completa representación de reptiles y otros animales. La carretera
hacia la zona alta ofrece, junto a la particularidad de su
paisaje, unas panorámicas de la zona costera del municipio
y unas atractivas vistas del Teide. Su paisaje mantiene los
cultivos tradicionales de papas, cereales, frutales y millo,
completándose con la ganadería (principalmente ovejas), al
ser la parte de Canarias que posee los mejores pastos. Desde
antiguo son famosos sus quesos artesanales, ya cantados por
José de Sosa, Viera y Clavijo, Madoz y Verneau (siglos XVII-XIX)
como de los mejores de Europa y hasta del mundo. Hoya de Pineda
es uno de los pocos alfares que han existido ininterrumpidamente
en la isla, muy cerca de la Hacienda de los Pineda, interesante
edificación de casa de campo del siglo XVII, declarada monumento.
Después de pasar por Saucillo, y contemplar los suaves prados
de Pico Viento, se llega a Caideros, con sus telares tradicionales
y la antigua ermita de San José (siglo XVII), levantada en
un bellísimo y bucólico entorno. En la cota de los 1.000 metros
se emplaza Fagajesto y, por el Pinar de la Herradura o la
carretera de los Andenes, se llega hasta la pedanía de Juncalillo,
con los conjuntos de casas-cueva de El Retamar, Barranco Hondo
de Arriba y Barranco Hondo de Abajo. Este último fue declarado
conjunto histórico y en él se puede visitar la ermita de Ntra.
Sra de Fátima, labrada en la roca, así como otros ejemplos
de arquitectura rural excavada y un museo etnográfico, con
interesantes muestras de cultura popular.
El calendario festivo de Gáldar
se amplía a todo el año. Las fiestas mayores de Santiago de
los Caballeros, patrón de la ciudad, se celebran durante el
mes de julio con un completo programa de desfiles de carrozas,
batalla de flores, “el Volcán”, fuegos artificiales, pregón,
coronación de la guayarmina y corte de tenesoyas, lucha canaria,
cursos universitarios, exposiciones, conciertos, teatro, recitales
de música popular, feria de ganado, conferencias, verbenas,
destacando principalmente la Romería de Santiago y la función
y procesión solemne del santo. Estas celebraciones se convierten
en especiales cuando la festividad de Santiago cae en domingo
y, por tanto, es Año Santo Jacobeo, recibiendo el templo miles
de peregrinos que vienen a ganar el Jubileo Plenario en virtud
de la concesión de S.S. el Papa. Otras fechas señaladas son
el Auto de Reyes Magos (teatro tradicional declarado de interés
regional), las fiestas de San Sebastián (enero), el Carnaval
y Entierro de la Sardina, Bajada de la Virgen de la Vega (marzo),
Semana Santa, Santa Rita (mayo), Corpus Christi, Sagrado Corazón
(junio), Purísima Concepción, Santa Lucía, Navidad, Fin de
Año, todas en el centro histórico de la ciudad. Además, destacan
las fiestas de San José del Agua del Caidero (febrero), San
Isidro, Ntra. Sra. de Fátima de Barranco Hondo, San José de
Anzofé, San Fernando de Becerril y Palma de Rojas, Fiesta
de la Lana de Caideros (mayo), San José de los Caideros, San
Antonio de la Hoya de Pineda, Santa Teresa de Cañada Honda
(junio), Santa María del Saucillo, el Carmen de Nido Cuervo
(julio), Santo Domingo y la Rama de Juncalillo, Virgen del
Mar de Caleta, Los Desamparados de Barrial (agosto), San Pedro
de Verona de Fagajesto, San Telmo de Sardina y su célebre
embarque del patrono de los mareantes, Romería del Sobradillo
(septiembre) y Ntra. Sra. de Fátima de La Montaña (octubre).
El deporte es otra faceta muy importante en Gáldar todo el
año y entre las modalidades más practicadas están el fútbol,
lucha canaria, voleibol, baloncesto y, especialmente, el balonmano,
con un equipo en la más alta categoría nacional y participante
en competeciones europeas. Para los ratos de ocio, algunas
instalaciones y la propia naturaleza permiten realizar diversas
actividades, como el senderismo, especialmente en la zona
de los Altos de Gáldar, surf en las playas de El Agujero y
Bocabarranco, naturismo en el Paso del Sargo o simplemente
disfrutar de la variada costa.
Juan S. López García
Guía Turística y Cultural del Norte de Gran Canaria
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